El presidente de la Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC), Antonio Fontenla, y el presidente de la Asociación Coruñesa de Transportes Discrecionales y Especiales (ACOTRADES), Ramón Devesa, mantuvieron esta tarde una reunión con el Delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, para abordar la situación creada tras el colapso del viaducto de la A-6 entre Pedrafita do Cerbreiro (Lugo) y Vega de Valcarce (León) y su impacto en las empresas coruñesas. Fontenla trasladó a José Miñones la reclamación del tejido empresarial coruñés para que “se habiliten ya, de forma inmediata, los fondos necesarios para reponer el viaducto y se agilicen al máximo todos los trámites para recuperar en el plazo mínimo posible la conectividad del Norte de Galicia con la Meseta a través de esta autovía”. “Necesitamos soluciones de emergencia, porque el corte de esta arteria vital para la comunicación con el centro de la Península supone una situación de emergencia para Galicia”, insistió.

La CEC se puso en contacto la semana pasada con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para trasladarle a la ministra, Raquel Sánchez, la máxima preocupación de las empresas coruñesas por las consecuencias económicas del derrumbe del viaducto de la A-6, y reclamarle la máxima premura en la evaluación del estado de esta infraestructura en su conjunto, así como en la propuesta de soluciones para la reconstrucción del viaducto afectado y su ejecución.

La reunión de esta tarde con el Delegado del Gobierno se enmarca en esta interlocución con el Ministerio, para conocer de primera mano toda la información sobre el siniestro y los pasos que está dando el Gobierno de España, a fin de poder trasladar los detalles de la situación a las empresas.

 

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Sin alternativa en condiciones asumibles para las empresas

La A-6 es la principal arteria logística que sostiene los intercambios de mercancías entre las provincias de A Coruña y Lugo y el resto de la Península. “No existe alternativa por otra ruta que pueda utilizarse en condiciones asumibles para las empresas, ni hay posibilidad razonable de desvío por vía terrestre para determinados transportes especiales”, recalcó el presidente de la CEC.

“El corte de esta infraestructura daña de manera muy importante no sólo la competitividad, sino también la misma viabilidad, de las empresas en sectores de enorme relevancia para nuestra economía. Y es máxima la preocupación del sector logístico gallego, ya muy castigado por la crisis de los combustibles; así como del sector de renovables, máxime en un momento en el que su expansión con nuevos proyectos industriales y energéticos, y su renovación, suponen uno de los ejes tractores en la inversión de los fondos europeos de recuperación en Galicia”, alertó.

Es por ello que la CEC solicitó la máxima premura en la evaluación del estado de esta infraestructura en su conjunto, empezando sin más demoras por el viaducto afectado: “No podemos esperar a que caiga el tramo que continúa en pie, porque nadie sabe cuánto puede tardar en producirse el colapso total; habrá que buscar una solución que garantice la seguridad, por supuesto, pero también la máxima inmediatez, porque esperar no es una alternativa asumible”.

Fontenla también reclamó la máxima celeridad en la propuesta de soluciones técnicas para la reconstrucción del viaducto afectado y su ejecución, así como el compromiso de que se agilizarán todas las tramitaciones, para hacer realidad la recuperación de esta vía con las máximas garantías en el plazo más breve que sea posible.

La pasada semana, la Confederación coruñesa solicitó también al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, la mediación de la CEOE para defender la reposición de esta infraestructura como una cuestión “crítica” para el tejido empresarial gallego y para garantizar el equilibrio del mercado interno, que pasa por asegurar el buen funcionamiento del transporte de mercancías por carretera desde y hasta cualquier punto del territorio nacional.