El 6 de julio fue designado como Día Mundial de las Zoonosis para conmemorar el aniversario de la primera vacuna antirrábica aplicada por Louis Pasteur en 1885 a un niño de 9 años infectado tras la mordedura de un perro. Gracias a la vacunación, el menor logró sobrevivir, marcando un hito en la prevención de las enfermedades zoonóticas.
Las zoonosis son enfermedades infecciosas que se transmiten de manera natural de los animales al ser humano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan más del 60 % de las enfermedades humanas conocidas y causan cada año 2.400 millones de casos de enfermedad y 2,2 millones de muertes, principalmente en regiones vulnerables. Además, aproximadamente el 75 % de las enfermedades infecciosas emergentes tienen origen animal, como la COVID-19, el ébola o la gripe aviar. Entre los factores que favorecen su expansión se encuentran la globalización, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la intensificación agrícola y el aumento del contacto entre animales silvestres y humanos. La OMS alerta de que la degradación de los ecosistemas incrementa la probabilidad de aparición de patógenos con potencial pandémico. También destaca la importancia del enfoque “Una sola salud” como estrategia para proteger la salud global mediante la colaboración de los ámbitos de la sanidad animal, la salud pública y la conservación ambiental.