• “Las organizaciones empresariales hemos de impulsar consensos, no sólo para mejorar la protección a las empresas mientras dure esta situación adversa, sino también para cimentar el futuro”, reclamó el presidente de la Confederación coruñesa, Antonio Fontenla
  • La Asamblea General de la CEC aprobó las cuentas de la Confederación correspondientes al ejercicio del 2021 en una junta en la que también se presentó su Memoria Anual

La Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC) reunió ayer por la tarde a su Asamblea General para dar cuenta del intenso trabajo de apoyo a sus entidades y empresas asociadas durante el año 2021 y este primer semestre de 2022, meses marcados por las secuelas de la pandemia en la economía y por los nuevos desafíos que han traído el actual contexto inflacionista, espoleado por la subida de los precios de la energía y los carburantes, y las dificultades en las cadenas logísticas que afectan a las materias primas y los suministros, todo ello agravado por la guerra en Ucrania.

En el marco de esta reunión, el presidente de la CEC, Antonio Fontenla, hizo una llamada a la “unión de los empresarios y empresarias en el marco de las asociaciones sectoriales y confederaciones”, que consideró “más necesaria que nunca para afrontar estos enormes retos”. “Las organizaciones empresariales hemos de impulsar consensos, no sólo para mejorar la protección a las empresas mientras dure esta situación adversa, sino también para cimentar el futuro en un marco justo y favorable al desarrollo económico, el bienestar y el progreso social”, señaló Fontenla, que insistió en la “capacidad y fortaleza demostrada por el tejido empresarial coruñés para afrontar las dificultades”.

 

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Ayudas a los sectores más afectados y un nuevo marco fiscal para la recuperación

Frente a estas dificultades, la CEC reclamó que se movilicen todos los recursos a disposición de las Administraciones para proteger a las empresas, “porque no podemos permitirnos perder un tejido productivo bien asentado, especialmente en los sectores más afectados por el encarecimiento sin precedentes de los costes, que ponen en jaque a sectores estratégicos del tejido empresarial de la provincia, como el siderúrgico, la construcción, el transporte, el sector pesquero o el agroalimentario”. “Para ello, es imperativo continuar con los programas de apoyo con ayudas directas e indirectas, durante el tiempo que sea necesario, así como dar paso a un nuevo marco fiscal que impulse la recuperación, con una simplificación del sistema tributario que reduzca sus costes de aplicación y mejore la competitividad”, insistió el presidente de los empresarios coruñeses.

 

Aprobación de las cuentas del 2021 y memoria de actividad

En el marco de la Asamblea de la CEC se aprobaron las cuentas correspondientes al ejercicio del 2021, y se presentó la Memoria de actividades de la Confederación coruñesa. Un ejercicio marcado todavía por la pandemia, que demandó de la Confederación un esfuerzo más intenso en apoyo de sus entidades asociadas y de las empresas de la demarcación.

En total, la CEC atendió más de 725 consultas de empresas y entidades, elaboró 92 informes técnicos sobre temáticas de interés empresarial, llevó a cabo 335 acciones para la difusión de normativa, y tomó parte en 82 reuniones de órganos institucionales y comisiones de dirección de diferentes entidades. La información a los asociados se reforzó también con la publicación de boletines electrónicos, que ganaron 3.362 nuevos suscriptores en 2021.

Asimismo, las actividades formativas organizadas por la CEC contaron con más de 1.800 participantes, en modalidad presencial y online. En total, se impartieron 90 acciones formativas que sumaron 7.650 horas de formación.